Moribunda
Nómada, de caminar lento y solitario, viviendo en la desidia de estos días de primavera. Meditabunda, me sumerjo en aguas profundas y me dejo caer y caer, y todo se vuelve silencio. Demente, naufrago hoy como ayer en esas fotos mentales que me condenan a este exilio. Moribunda, por mi pecho corre sangre pues con el filo de una daga me he arrancado el corazón.