Escribiendo, pensando...

La madrugada se me escapa ya de las manos, el sol comienza a amenazar con asomarse tras el horizonte. Sin embargo mis ojos no sienten aún el peso del cansancio y el sueño se resiste a aparecer, mientras tanto unos buenos mates y una música de fondo me sirven de compañía.
No sé porque en las madrugadas encuentro frecuentemente mi musa inspiradora, me vuelvo más creativa, y las palabras me esperan a la vuelta de la esquina alineándose una tras otra en la hoja blanca de mi ordenador.
Es como si mi mente y mi alma se tomaran un descanso y se unieran en comunión. Casi puedo ver las palabras escapándose fugazmente de mi cabeza y elevándose en el aire de ésta habitación, se mueven desordenadas al son de la música que reproduce mi equipo de audio… se mezclan, se funden ante mi, forman versos entre sí y se vuelven a desorganizar. Yo intento captar las ideas, las tomo, las vuelco en el papel, y las doto de sentido… las cuento. Más palabras brotan de mí, una tras otra, algunas se escapan, no las alcanzo… pero no me preocupa. Se que volverán.
En tan sólo cinco minutos, se harán las 5 de la madrugada, me pregunto cuantos más en estos momentos estarán frente a su ordenador escribiendo… dejando que su inspiración fluya en un acorde de guitarra. Cuantos como yo no logran conciliar el sueño por las noches y se arrojan desesperadamente al ordenador o a su fiel compañero, el cuaderno, a arrojar sus pensamientos, ideas e historias.
Cuantas tramas se estarán tejiendo mientras yo pienso, cuantos poemas se estarán gestando precisamente ahora, cuantas vidas se estarán contando en este segundo…
Me imagino millones de pensamientos dibujados en el aire en forma de globos a lo largo de todo el mundo, uno a la par del otro, enfrente, en un lejano país o en otro continente incluso, desconociendo cada uno de ellos la existencia del otro, pero confluyendo inevitablemente todos hacia el infinito, desdibujándose…
También puedo imaginarme esos pensamientos hablados, casi puedo escuchar los murmullos de los miles de trasnochados que cuentan, que narran hasta el cansancio.
Cuantos de todos aquellos que permanecen despiertos esta noche estará pensando en lo mismo que yo, cuantos me imaginarán escribiendo, pensando…

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