Lágrimas de sangre

Una lágrima de sangre
se desprende tímida,
y se desliza suavemente
dejando una profunda huella
tras su paso.
Se detiene un instante
sobre el labio,
y continúa su descenso,
dejándose caer
dentro de mi boca.
Puedo sentir su agrio sabor,
y aún está caliente.
Mi lengua la toma
en su regazo,
y ella se sumerge sin más.
No es la primera
que nace en mi alma
y muere en mi corazón.
Sólo es una más.
Lágrimas de sangre.
Se suceden una tras otra,
marcando el pausado pulso
de mis agonizantes latidos,
precipitando el aletargado
tiempo de mi reloj de arena.

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